06 noviembre 2016

PUNTO Y SEGUIDO


Los caminos del Señor son inescrutables, o al menos eso piensan los católicos. Lo que está claro es que no se sabe cómo, pero a veces te encuentras donde nunca hubieras pensado estar.
Hace dos años me encontraba paseando por els Ports, la Tinença, el Maestrat, Irta… y hoy, no se sabe cómo ni por qué, me encuentro en la Tramuntana mallorquina.
Bueno, sí sé por qué, pero no vale la pena profundizar en eso. Solo sé que tengo la oportunidad —y la voy a aprovechar— de conocer esta nueva tierra que me ha acogido y de exprimirla al máximo.
Así que este blog va a tomar nuevos derroteros, siguiendo con el mismo espíritu, eso sí, pero dándole prioridad y protagonismo a esta fantástica sierra que corona Mallorca.

Tramuntana, allá voy.