Esta ruta se las prometía mucho más fácil de lo que realmente fue. La subida por Coma Fosca me llevó una media hora más de la prevista y la bajada desde el vértice incómoda hasta que se convirtió en una merienda de negros.
La califico como difícil por el tipo de terreno y por orientación y sobretodo y en especial por el Pas des Matats y Pas de sa Pomera.